viernes, 21 de octubre de 2011

Del vídeo al texto.

Lo bello de no poseerlo.


Vídeo 12. Todo es mentira: El encuentro.
En esta filmación se presenta una situación en la que dos seres de escasa edad, están atravesando la fase más bella de algo como es el amor, lo cual luego puede desembocar en una relación de noviazgo o en una relación conyugal. Pero esto los sujetos no lo tienen seguro, así que por dicha razón es la más bella. Porque los sujetos se esfuerzan en agradar y causar una grata impresión al otro. No se comportan de forma total sino parcial de la manera que son. Así en esta situación se comportan de manera expectante al otro, para observar su comportamiento y decisiones e imitarlas. Aunque en este primer acercamiento, parece que el hombre se encuentra en una tesitura más compleja que la mujer, ya que se le ve con un alto nivel de nerviosismo, un ligero toque de inseguridad, y está excesivamente atento a la mujer. Ella, sin embargo, parece estar más experimentada en este ámbito, con lo cual, en ese encuentro no padece los mismos síntomas, sino que muestra más fluidez en la conversación, seguridad en sí misma, y decisión. Pero de todos modos es ese momento del ciclo amoroso en el que ambas partes se encuentran obnubiladas y bloqueadas por la otra persona, por la razón de que la intenta conseguir y estar junto a ella. Y tanto el uno como el otro, muestran una vergüenza inocultable, que hace del encuentro y la situación algo más interesante. Evidentemente, en este primer encuentro, ninguno de los dos expresa ni comenta lo que siente por el otro, aunque es completamente obvio, eso es lo que hace que sea tan bello. Todo funciona de forma correcta, hasta que hacen algo que llama la atención, para comprobar la compenetración entre ambos, y es ver si están pensando en el mismo color, y si lo hacen es que son completamente compatibles. Pero erran, y cada uno nombra un color, pero como era evidente, eso es insignificante porque no iba a determinar el futuro de dicha relación ni impedir que finalmente los sujetos acabaran juntos, y vieran que los aspectos de ese estilo no importan demasiado. Pero aun así ellos lo propusieron para conservar ese ambiente mágico que estaba presente en aquel encuentro. Porque si hay algo que no vayas a poseer con total seguridad, más se desea y más atrae. Una vez que posee no se valora de igual manera porque ya lo posees con total seguridad.

miércoles, 19 de octubre de 2011

Análisis de la comunicación oral.

Patricia. Organero  1ºC
Video nº 9: Leo Harlem, Restaurantes.

El vídeo número nueve se trata de un monólogo cómico contado por Leo Harlem, un humorista español. La comunicación puede ser unilateral, porque el humorista es el único que transmite la información a los espectadores,  aunque si tenemos en cuenta las risas y los aplausos de los espectadores, utilizando el lenguaje no verbal, sino lenguaje gestual, se podría considerar bilateral, ya que ellos también le quieren transmitir su entretenimiento y diversión. Respecto a la situación comunicativa, nos encontramos con una especie de sala teatral, con un escenario, que es donde el emisor emite los chistes en este caso, y el resto, compuesto por butacas ocupadas por el público. Podríamos deducir que transcurre por la noche ya que es cuando se dan ese tipo de actuaciones, en esta época, hace poco.
A veces, utiliza una jerga profesional, la de los camareros, cuando los imita, aunque en distintos niveles. Una veces más coloquial, refiriéndose a cocineros y camareros normales, y otra más culta, refiriéndose a los camareros más actuales y más modernos.
En particular, no hay ningún rasgo en el humorista que le haga emplear determinado lenguaje, nivel o registro. Porque no habla por él, sino que lo que hace es imitar a otras personas, y es ahí donde hace uso del lenguaje de una forma u otra.
Nos encontramos ante múltiples registros de la lengua. Hace uso del registro informal, de nivel normal, coloquial, que es el que predomina en el monólogo, para que la gente le entendamos con facilidad. Pero hay momentos que para meterse en el papel de los personajes a los que nombra o imita, hace uso de un nivel vulgar, con expresiones como ‘cambiao’ (rejalamiento de la pronunciación),  vulgarismos:‘de to’ la vida’, ‘cocretas’… Y por otro lado, al imitar a personajes más cultos, hace uso de un nivel formal, de nivel culto, por ejemplo, cuando usa expresiones como ‘minimalista’ , ‘traslúcido’… que para la situación en la que está, un monólogo, son muy cultas.
Teniendo en cuenta que se encuentra en un programa de televisión de monólogos, el lenguaje utilizado en cualquiera de los casos es correcto, tanto cuando utiliza expresiones vulgares como cuando habla de forma muy culta, ya que no tiene que demostrar el nivel que tiene, ni quedar bien ante nadie, ni demostrar excesivo respeto. Simplemente está haciendo reír a la gente que va a verlo, y ellos lo que quieren es eso, no van a valorar su nivel respecto a la lengua.
En cuanto a los elementos no verbales,  el humorista y emisor, se muestra interesado en que la gente le escuche, se ve porque pone ímpetu en lo que cuenta, se esfuerza en poner expresiones en la cara de duda, de risa, de seriedad… depende. Y respecto al público que lo escucha se ve entretenido e interesado en lo que el humorista les cuenta. Lo sabemos por su silencio, que muestra atención e interés, los aplausos, elemento gestual, que indica una valoración positiva respecto al monólogo, así como las risas. La gente que está ahí la mayoría pertenecen a un grupo social medio, o medio-bajo , ya que el monólogo trata sobre la crítica a los nuevos restaurantes, lo refinados y ligeros de comida que son, y que además, son más caros.

domingo, 16 de octubre de 2011

Una tarde de cine

Trabajo voluntario relacionado con los signos.


Por la tarde, me suena la alarma en el móvil (símbolo que yo misma he programado para que me avisarme de algo) que me avisa de que tengo que dejar lo que esté haciendo porque dentro de un rato he quedado con mis amigas para ir al cine. Mientras, mi padre, da dos toques en la puerta de mi habitación (indicio de que va a entrar) y me trae algo de ropa planchada para que la recoja. Voy a vestirme y miro por la ventana, y al ver que hace viento (indicio de que hará mala temperatura) cogo una chaqueta y un pañuelo para el cuello. Al salir, paso por el paso de peatones (símbolo que nos indica que por ahí podemos y debemos pasar) y llego a la parada del autobús (icono con el dibujo del autobús que nos indica el lugar en el que para y las rutas que va a llevar). Al entrar al autobús, veo el dibujo de mi tarjeta y una flecha (icono que me indica por dónde debo pasar la tarjeta) y seguidamente, al fondo del autobús, veo a mis amigas agitando las manos (símbolo gestual de que ellas están allí y quieren que vaya con ellas). Casi llegando, vemos un enorme cartel con una fleca y el letrero ‘Cines Palafox’ (icono que nos indica la dirección del cine). Al llegar allí, de camino, una de mis amigas, nos mira alarmadas y nos señala su muñeca varias veces (símbolo de que llegamos tarde y quiere que nos demos prisa) Una vez allí, nos encontramos los carteles de las películas y un pasillo en cada una (icono de referencia para sacar las entradas que relaciona las películas con las entradas para verlas). La sacamos,  y la taquilla, que está cristalizada, tiene un monitor electrónico que nos muestra un número ’20.50€’ (símbolo que nos dice cuánto nos han costado todas las entradas) Así que ya con todas las entradas, sólo nos faltaba la comida, así que intentamos mirar alrededor para encontrar algún indicador del puesto de palomitas, y un acomodador que nos vio en aquella situación, nos levantó la mano y nos indicó la dirección (símbolo gestual del acomodador indicándonos la dirección) así que una vez compradas las palomitas nos dejamos guiar por las flechas (icono visual que nos dirigía a la sala de cine) y nos sentamos en los números del uno al cuatro (icono visual que nos indica que esos son los asientos que nos corresponden). Una vez acomodadas y en nuestros sitios disfrutamos de una alegre comedia de cine.